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MARUJA VIEIRA
Nacida en Manizales en 1922, pero residenciada en Bogotá durante la mayor parte de su vida, Maruja Vieira es Numeraria en Colombia de la Academia de la Lengua y Correspondiente de la Real Academia Española. Poeta, periodista, relacionista pública, catedrática y ensayista, ha publicado trece libros de poesía y uno de prosa, e innumerables artículos en los más importantes medios del país y de Venezuela (donde vivió varios años en la década de los 50).
Testigo excepcional de la historia política y cultural colombiana, Maruja Vieira (bautizada así por el poeta Pablo Neruda, a quien conoció cuando se firmaba aún María Vieira White) fue una de las pocas mujeres contertulias de El Automático de Bogotá; gran defensora de los derechos de las mujeres; una de las primeras en ocupar cargos ejecutivos; la primera presentadora colombiana que tuvo la televisión venezolana y, desde su regreso a Bogotá, hace más de 30 años, una gestora cultural y docente, preocupada por la formación de las nuevas generaciones de la capital y muy especialmente por la motivación de todos los jóvenes poetas y especialmente de las mujeres que empiezan a dejar oír su voz.
Periodista y Poeta
Maruja Vieira inició carrera literaria en 1946, con la publicación de sus primeros poemas y artículos en el Suplemento Literario de El Tiempo, en Bogotá. Escribió durante muchos años una colaboración periodística con el nombre de “Columna de Humo” en El Espectador . Fue colaboradora de El Nacional, El Heraldo y El Universal de Caracas, columnista del diario El País en Cali y de otros periódicos y revistas de América Latina. En su ejercicio periodístico, es miembro del Círculo de Periodistas de Bogotá, desde sus orígenes, agremiación de la cual es hoy miembro honorario. Directora de programas de radio y de televisión.
Entre sus libros se cuentan, entre otros: Campanario de Lluvia, Los Poemas de Enero, Poesía, Palabras de la Ausencia, Clave Mínima, Mis Propias Palabras, Tiempo de Vivir, Sombra del Amor, Los Nombres de la Ausencia, Todo lo que era mío,-de la colección “Un libro por centavos” del Externado de Colombia-, y el reciente cuadernillo Rompecabezas, de la colección Viernes de Poesía, de la Universidad Nacional de Colombia. Hoy, a sus 87 años, tiene un nuevo libro en preparación, que se titulará “Tiempo de la Memoria”.
Del aporte creativo de su lenguaje se han expresado en palabras elogiosas los más grandes críticos y escritores como Baldomero Sanín Cano, Germán Arciniegas, Dora Castellanos, Pedro Gómez Valderrama y Cristo Rafael Figueroa, entre muchos otros.
El maestro Baldomero Sanín Cano afirmó de la poesía de Maruja Vieira: “Su palabra abraza el universo, lo traspone y haciéndolo más inteligible lo embellece sin deformarlo.” Cristo Rafael Figueroa, decano de la Maestría de Literatura de la Universidad Javeriana, ha afirmado: “Dentro de los trayectos característicos de la poesía colombiana desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad , el lirismo continuado de Maruja Vieira (1922) durante más de sesenta años de producción, se erige como escritura eternizada en el tiempo, tanto en sus temas y en sus búsquedas formales, como en el empeño de hacer de la poesía una forma de estar en el mundo y de enfrentar las contingencias de la vida”. Mientras, Germán Arciniegas, con ocasión del ingreso de Maruja Vieira a la Academia Colombiana de la Lengua, dijo: 'Es difícil reunir en tan pocas líneas una belleza más transparente, más sencilla. Es la belleza que trae Maruja Vieira a la Academia. Es lo que se espera de la presencia de la mujer en el colegio de quienes velan por la frescura del idioma.”
Su trayectoria como catedrática de Literatura, Periodismo Cultural y Relaciones Públicas la ha llevado a varias universidades colombianas, entre las que se cuentan la Universidad Central y la Universidad de la Sabana.
La expresión poética de una vida
En palabras del filósofo y catedrático Carlos Enrique Ruiz, director de la Revista Aleph, la obra de Maruja Vieira “está emparentada con los clásicos españoles, en especial con Antonio Machado, y con las tradiciones marcadas por sangre y por herencia materna de palabra y pensamiento, que en maravilloso sincretismo le han dado ponderación y espíritu siempre alerta. Articulada con voces de la América profunda y hermana de poetas en la propia patria, con sensibilidad de viento, de lluvia, de crepúsculo, de memoria en eterna construcción, de olvidos que se asoman como ráfagas al cruce de los caminos.”
Su trayectoria literaria, iniciada con Campanario de Lluvia (1947), nos evoca su ciudad natal y su infancia: “Era blanca mi casa, con ardientes geranios que cifraban la luz en las altas ventanas…”. Luego, su poesía nos refleja los años vividos en Bogotá, ciudad a la que la trajeron siendo muy niña y que marcó su vida para siempre: “Desde aquí mi ciudad es más cierta y más honda,/ me dibuja en el alma su perfil de montañas/, el escudo del tiempo la defiende de olvidos,/ por sus águilas negras y sus dulces granadas./Yo recuerdo sus calles, largos hilos de bruma/ que febrero enredaba con agujas de insomnio./ Y sus parques de mayo, con sonrisas de niños/ y los altos balcones rumorosos de junio.”
Los sucesos del 9 de abril dejaron una huella indeleble en la joven poeta: “Antes estaban lejos, casi desconocidos,/ el combate y el trueno./ Ahora corre la sangre por los cauces iguales del odio y la esperanza…”.
Estos acontecimientos, decidieron el viaje de Maruja Vieira a Venezuela: “Todo lo que era mío./ la clara voz del padre y el eco de sus pasos/despertando la infancia./ Las manos de la madre/con su cálido estigma de ternura/sobre la tinta fresca de las cartas./El rostro del hermano,/ya copiado en el hijo con ríos y cometas/y una lámpara nueva junto a la vieja lámpara./Mis libros, mi silencio,/ la armonía brumosa de las calles,/el parque con su hierba de domingo,/la puerta musical de Santa Eulalia./La mano conocida, la palabra prevista/la quietud del encuentro/con lluvia en los cristales./ Simple, sencillo, tierno,/ todo lo que era mío se me quedó tan lejos!.”
Venezuela la acogió con amor y fue allá donde tuvo la oportunidad de trabajar con Román Chalbaud y Alberto de Paz y Mateos en la televisión, y de conocer a algunos de los más destacados intelectuales latinoamericanos de la época , como Alejo Carpentier, Arturo Uslar Pietri y Miguel Otero Silva, con quienes compartió profunda amistad. Así dice en su poema Carta de Venezuela: “¿Quién escribió mi nombre /mientras el arco iris y la estrella/ iban por Altamira de la mano?/ En los sellos azules de la carta/ vino un jirón de playa/ y en el verde un tiquete de paisaje/ para viajar en aquel tren de Aragua…”
Regresa Maruja Vieira a Colombia y se radica en Popayán “Ciudad remanso donde se aquieta la amargura…” Luego en Cali. Allí en 1959, contrae matrimonio con el profesor, poeta y periodista caucano José María Vivas Balcázar, quien fallece de manera repentina el 15 de mayo de 1960. Su amor ha durado para siempre: “Todavía/ la frágil quemadura de una lágrima/borra la luz del árbol./ Todavía /cerca del corazón se detiene la vida/cuando te nombra alguien/ Todavía te amo…”
De su matrimonio quedó una hija, Ana Mercedes Vivas, comunicadora, gerente y poeta. “Estabas tú, invisible todavía/niña de las canciones./ Nosotros fuimos tu camino/jamás dudas entre el pan y las flores.”
A la muerte de su esposo, Maruja Vieira, fue designada directora de relaciones públicas del Servicio Nacional de Aprendizaje SENA, en el Valle, Cauca y Nariño, posición que desempeñó durante trece años. Allí su poesía se torna más cotidiana: “Me dices que los tornos tienen música,/sorda música de olas/en un sombrío caracol metálico…”
Fue impulsora de la organización en el SENA, del Servicio Nacional de Empleo. Hizo de cada una de las tareas a su cargo un ejemplo de desarrollo cultural, creando, por ejemplo, con Fanny Mikey, temporadas de teatro para los aprendices del Centro Agropecuario del SENA en Buga y los Salones Estudiantiles de Artes Plásticas en Cali.
En 1977 se trasladó definitivamente a Bogotá, como editora cultural de la revista Guión. Más tarde, como asesora de la dirección de Colcultura y Jefe de Comunicaciones del Instituto en dos oportunidades, colaboró desde su cargo con Gloria Zea. Luego se dedicó por muchos años a la cátedra universitaria, en las universidades Central y de la Sabana.
Figuras amadas de amigos y la presencia inolvidable de Enrique Uribe White, quien fuera su guía y mentor literario, llenan su poesía: “Navegará siempre en la noche/recorriendo la Vía Láctea,/señor de sombras y de música,/de rompecabezas y máquinas...”
También los viajes: “Mi vecina del bus de Roma/tendría dieciseis años/ y llevaba en las manos/ la Divina Comedia en italiano…Mi vecina del bus de Roma/ era La Primavera/ Simonetta Vespucci de bluyines,/desprendida del cuadro/ para vivir en la memoria de Florencia,/ de Roma,/del otoño y la lluvia…”
Su preocupación por el planeta: “La lluvia del Apocalipsis atómico/disuelve el rostro de las estatuas./El viento/ se ha declarado enemigo del bosque/hombres azules/ defienden los ríos./hombres verdes/ defienden los árboles…/la vida ganará la batalla.”
No faltan las evocaciones de quienes han inspirado su vida, desde otros ámbitos del arte como la pintura: “Magritte vivió aquí/en Bruselas/con su amor,/su caballete/ y su perro./Como era tan feliz/no quería cumplir setenta años./ Y decidió pintar/la imagen surrealista/ de su muerte.”
Pero Maruja Vieira no es una artista encerrada en una torre de marfil. Le duele Colombia y así lo expresa en poemas como Los Desplazados, fechado en Bogotá en el 2007: “Llegaron cantando y sembraron/en el cemento árido./Celebraron los ritos del amor/y del respeto a las semillas./A cada una de las parcelas que inventaron/le pusieron el nombre/que dejaron atrás, en el campo./Ahora fue así/y mañana,/cuando sepan que no los vieron,/que no los escucharon,/que los olvidaron?/Mañana….”
Con el paso de los años, la poesía de Maruja Vieira ha adquirido también una asombrosa capacidad para el divertimento y la sorpresa, como en su poema “Los 85”: “A los 85 estamos descaradamente vivos./Se supone que los que nos aman deben saber/ que caminar ya no es la alegría de antes/ a menos que sea al sol y sobre la hierba,/Se supone que deben saber/ que nuestras noches son demasiado largas,/ porque tenemos que acostarnos muy temprano/ y hay muchas cosas que ya no podemos hacer/ porque nos cansamos./ Pero seguimos descaradamente vivos/ y no son nuestros ojos,/es la luz la que se debilita cuando queremos leer/y no son nuestros oídos,/es la voz de los otros la que ya no tiene sonido.
Son las calles las que se han vuelto/demasiado largas y las escaleras demasiado altas./
Pero seguimos descaradamente vivos/y algunos afortunados tenemos/una ventana por donde entra el sol de la tarde/y una voz muy amada que nos llama.”
La poesía de Maruja Vieira ha sido traducida al inglés, francés, alemán, griego, húngaro y gallego. Ha representado a Colombia en diferentes festivales nacionales e internacionales. Fue por doce años Secretaria General del PEN Club, capítulo Colombia, la organización mundial de escritores más importante del mundo, de la cual hoy es miembro honorario.
Ha sido jurado de innumerables concursos de poesía y es famosa entre los especialistas del tema, por su obsesionada forma de buscar el talento entre los postulantes, teniendo siempre para ellos la mirada y la palabra crítica pero generosa , de quien sabe que tiene entre sus manos a las nuevas voces de la literatura colombiana.
Reconocimientos
Su trayectoria ha sido reconocida con la Gran Orden de la Cultura del Ministerio de Cultura de Colombia, con la Medalla Simón Bolívar del Ministerio de Educación Nacional y dos veces con la Medalla Honor al Mérito Artístico, del Distrito Capital. Recibió la Orden Gabriela Mistral de Chile, en el grado máximo, de manos del presidente Ricardo Lagos, por su carrera como educadora y poeta. De igual forma, el departamento de Caldas, la distinguió con la condecoración Alejandro Gutiérrez, y la Alcaldía con el Escudo de Manizales, en el grado de Comendador. Por su trayectoria literaria y su tarea como docente y gestora en la capital, el Concejo de Bogotá le otorgó la Orden Civil al Mérito José Acevedo y Gómez en el grado Cruz de Oro.
En 2004 fue merecedora del Premio Mujeres de Éxito en la Categoría de Arte y Cultura, postulada por la Universidad Central, entidad que, por medio del catedrático y profesor Isaías Peña, llevó el nombre de Maruja Vieira para la decisión del jurado con las siguientes palabras: “Maruja Vieira constituye, como ciudadana, uno de los mejores ejemplos de dignidad y decoro, y como mujer dedicada a la poesía desde su temprana juventud, uno de los casos de mayor y responsable perseverancia, de indudable y siempre destacada calidad estética, y de una participativa, y fecunda vida cultural a favor de nuestro país.”
Por su excepcional contribución de vida y obra, al desarrollo de la cultura, el arte, la oralidad, la comunicación y el mejoramiento humano y muy especialmente, por su aporte al desarrollo del Movimiento Iberoamericano de Narración Oral Escénica, en el 2007, fue distinguida con el Premio a la Oralidad de la Cátedra de Narración Oral Escénica de Iberoamérica.
En 2009, recibió el premio Erato de la Corporación Arte y Poesía en la Calle, del municipio de Sabaneta, de Antioquia.
En 2010, fue homenajeada por la Editorial Caza de Libros, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá como la poeta viva más importante del país. Allí se ha publicado su más reciente Antología, dentro de la serie de 50 libros de 50 poetas colombianos.
La mujer ejecutiva
En su trayectoria laboral Maruja Vieira fue una de las primeras mujeres que desempeñó en Colombia puestos de autonomía e importancia: Asistente del Departamento de Tierras en la Texas Petroleum Co.; Jefe de Relaciones Públicas de J. Glottmann S.A., donde creó los Conciertos Glottmann, con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección de Olav Roots, en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán (Teatro Colombia), gratuitos para el público. Más tarde, fue Directora de Comunicaciones del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y del Instituto Colombiano de Cultura (Colcultura). Fundadora al lado de Andrés Samper de la Sociedad Colombiana de Relaciones Públicas y del Centro de Estudios de Relaciones Públicas en Cali.
Se puede decir con el maestro narrador, poeta y dramaturgo cubano, Francisco Garzón Céspedes: “El éxito mayor y definitivo del ser humano creador que es Maruja Vieira es el desarrollo permanente de su capacidad de amor y de lucidez. De amor y de creencia en los derechos y en los deberes, en los valores y en la solidaridad, en los poderes fundadores del trabajo, la creación, la sensibilidad, la razón, de la poesía, la belleza y la sugerencia. Todo lo que ha estado y está presente a lo largo de su vida en sus relaciones interpersonales, en sus quehaceres y responsabilidades, y, presente, tangible, indeleble, en su obra literaria.”
BIBLIOGRAFÍA DE MARUJA VIEIRA
POESIA
"CAMPANARIO DE LLUVIA". Prólogo de Alvaro Sanclemente. Ediciones Espiral. Carátula de Clemente Airó. Editorial Iqueima, Bogotá, 1947.
"LOS POEMAS DE ENERO". Carátula de Clemente Airó. Ediciones Espiral. Editorial Iqueima, Bogotá, 1951.
"POESIA". Carátula, títulos manuscritos e ilustraciones de Ramón Vásquez. Jorge Montoya Toro Editor. Medellín, 1951.
"PALABRAS DE LA AUSENCIA". Prólogo de Baldomero Sanín Cano. Editorial Zapata, Manizales, 1953.
"CLAVE MINIMA". Prólogo de Adel López Gómez. Biblioteca de Autores Caldenses. Carátula de Eric Meyer. Imprenta Departamental, Manizales, 1965.
"MIS PROPIAS PALABRAS". Prólogo de Jaime Mejía Duque. Biblioteca de Escritores Caldenses. Imprenta Departamental, Manizales, 1986.
"TIEMPO DE VIVIR". Presentación de Jorge Enrique Molina y prólogo de Ignacio Chaves Cuevas. Carátula e ilustraciones Manuel de Montalvo. Publicaciones Universidad Central, 1992.
"CAMPANARIO DE LLUVIA". Edición conmemorativa. Carátula de Clemente Airó. Prólogo de Carlos Arboleda González. Noticia de Alvaro Sanclemente y nota crítica de Silvio Villegas. Alcaldía de Manizales e Instituto Caldense de Cultura. Manizales, 1997.
"SOMBRA DEL AMOR". Prólogo de Águeda Pizarro, diseño de Omar Rayo. Ediciones Embalaje del Museo Rayo de Roldanillo. XVI Encuentro de Poetas Colombianas. Roldanillo, 1998.
“LOS NOMBRES DE LA AUSENCIA”. Prólogo de David Mejía Velilla. Ediciones “San Librario”, Bogotá, 2006. Ilustraciones de Manuel de Montalvo. Premio Arte y Cultura de la Fundación “Mujeres de Éxito”.
ANTOLOGIA POÉTICA Prólogo de Cristo Rafael Figueroa. Instituto Caro y Cuervo, Bogotá 2006. Edición Homenaje del XIV Festival Internacional de Poesía de Bogotá.
TODO LO QUE ERA MIO. Colección “Un libro por centavos” de la Universidad Externado de Colombia .Bogotá 2008. Ilustración de carátula Ramón Vásquez.
ROMPECABEZAS. Colección “Viernes de Poesía”, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá 2010.
ANTOLOGÍA. Colección Editorial Caza de Libros. Agosto de 2010.
PROSA
CIUDAD REMANSO (Popayán)
Nota crítica de Luis Eduardo Nieto Caballero. Universidad del Cauca, Popayán 1956
CRONOLOGIA DE MARUJA VIEIRA (RESUMEN)
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1922: Nace en Manizales el 25 de diciembre, hija de Joaquín Vieira Gaviria y Mercedes White Uribe (hija de John Henry White -Juan Henrique White_) .
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1932: Su familia se traslada a Bogotá.
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1941: Se gradúa en Inglés y Bachillerato Comercial y trabaja en la Texas Petroleum Company, donde llega a ser Asistente del Departamento de Tierras.
1943: Conoce a Pablo Neruda, durante el viaje del poeta chileno a Bogotá. Allí su vocación literaria es rebautizada, cuando el maestro le sugiere firmar como Maruja Vieira.
1947: Publica dos ediciones de “Campanario de Lluvia”, su primer libro, que es bien acogido por la crítica. Por esta época comparte con León de Greiff y otros grandes escritores, las tertulias de El Automático. Se inician sus Columnas de Humo, en El Espectador.
1948: Empieza a trabajar en J. Glottmann S. A. donde, a raíz de los sucesos del 9 de abril, alcanza la jefatura de Publicidad y Relaciones Públicas, en reconocimiento a su actuación profesional para proteger las oficinas donde trabajaba.
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1950: Viaja a Venezuela, contratada para trabajar en la Radiodifusora Nacional, donde realiza programas informativos sobre la cultura colombiana, colabora en El Nacional, El Universal y El Heraldo de Caracas y dicta conferencias sobre Colombia.
1951: Publica “Los Poemas de Enero” en las Ediciones Espiral de Clemente Airó, en Editorial Iqueima de Bogotá. También publica en Medellín “Poesía” en las ediciones de Jorge Montoya Toro, ilustrado por Ramón Vásquez.
1953: Regresa a Colombia, y publica “Palabras de la Ausencia”, con prólogo de Baldomero Sanín Cano, en la Editorial Zapata de Manizales. Trabaja de nuevo con don Jack Glottman y organiza los “Conciertos Glottmann”, con la Orquesta Sinfónica de Colombia dirigida por Olav Roots y con entrada libre, en el Teatro Colombia (hoy Jorge Eliécer Gaitán).
1954: Viaja nuevamente a Venezuela, contratada para trabajar en la Televisora Nacional. Desde allí, envía a El Espectador crónicas sobre sus experiencias, que son utilizadas para la naciente televisión colombiana.
1955: Se radica definitivamente en Colombia, donde se vincula en Popayán a la Universidad del Cauca. Esta entidad, editará “Ciudad Remanso”, el único libro de prosa de la autora.
1956: Se traslada a Cali, donde se vincula a K.L.M. Real Holandesa de aviación y conoce a José María Vivas Balcázar, quien será su esposo y padre de su hija Ana Mercedes. Establece en “la Voz del Río Cauca” el programa “Mundo Cultural”, que perdura por más de veinte años..
1959: Contrae matrimonio con José María Vivas Balcázar.
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1960: El 15 de mayo muere José María Vivas Balcázar; el 7 de agosto nace su hija Ana Mercedes Vivas. En octubre se vincula al Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA como Jefe de Comunicaciones para Valle, Cauca y Nariño.
1965: La Biblioteca de Autores Caldenses publica “Clave Mínima” con prólogo de Adel López Gómez.
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1973-77: Fue catedrática de Incolda, directora de mercadeo de Acción Cultural Popular-Radio Sutatenza, en Cali, colaboradora de El País de Cali, con su columna diaria El País Cultural.
1978: Se traslada a Bogotá definitivamente, donde se desempeña como editora cultural de la revista Guión.
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1981: Es nombrada Jefe de Comunicaciones del Instituto Colombiano de Cultura, cargo que desempeña hasta la salida de Gloria Zea y al que regresa algunos años después, bajo la dirección de Liliana Bonilla.
En este mismo año recibe del Instituto Distrital de Cultura y Turismo, la Mención de Honor, por “sus eximios servicios a la causa de la afirmación intelectual de Colombia en el Consenso de las Naciones Americanas.”
1986: El Instituto Caldense de Cultura, publica el poemario “Mis propias palabras”, con prólogo de Jaime Mejía Duque
1988: La Alcaldía Mayor de Bogotá, a través del Instituto Distrital de Cultura y Turismo, la distingue con la condecoración Honor al Mérito Artístico por su vida y trayectoria, “que supera los límites de la rutina y de lo corriente y constituye modelo de constancia, esfuerzo exitoso y creador de prestigio para la patria.”
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1.991: Se posesiona como Miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua. Desempeña cátedras de Literatura en la Universidad Central y la Universidad de la Sabana.
1992: La Universidad Central edita “Tiempo de Vivir”, con prólogo de Jorge Enrique Molina y presentación de Ignacio Cháves Cuevas.
1993: Recibe la Orden Simón Bolívar del Ministerio de Educación de Colombia.
1.996: Es elegida Miembro de Número de la Academia Colombiana de la Lengua y aceptada como Miembro Correspondiente Hispanoamericano de la Real Academia Española.
1997: Se edita de nuevo “Campanario de lluvia”, con ocasión de los 50 años de su primera edición, por parte del Instituto Caldense de Cultura y con prólogo de Carlos Arboleda.
1998: Recibe la Gran Orden del Ministerio de Cultura de Colombia.
El Museo Rayo de Roldanillo, le rinde homenaje como poeta central en el XVI Encuentro de Poetas Colombianas y publica el poemario “Sombra del Amor”, con prólogo de Agueda Pizarro.
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2004: La Fundación Mujeres de Éxito, le dio el premio del mismo nombre, en la categoría de Arte y Cultura.
2005: El gobierno de Chile la condecora con la Orden Gabriela Mistral, en el grado máximo, por su trayectoria literaria y su tarea como docente. “Poeta y educadora, como Gabriela”, según expresó el presidente Ricardo Lagos a la escritora, durante la imposición de la condecoración en Cartagena.
2006: La Fundación Mujeres de Éxito publica el poemario “Los Nombres de la Ausencia”. Es condecorada por la ciudad de Manizales y la Gobernación de Caldas.
Es figura principal del Festival Internacional de Poesía de Bogotá, organización que edita, con el Instituto Caro y Cuervo, una pequeña antología titulada “Mis propias palabras”, con prólogo de Cristo Rafael Figueroa.
El Concejo de Bogotá la condecora con la Orden José Acevedo y Gómez, en el grado Cruz de Oro, por medio de resolución que hace minucioso recuento del aporte de Maruja Vieira a la formación de las juventudes de la Capital, en el ámbito literario.
2007: Premio a la Oralidad de la Cátedra de Narración Oral Escénica de Iberoamérica.
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2009: Es figura central del certamen Las Líneas de la Mano, del Gimnasio Moderno de Bogotá.
2010: La Universidad Nacional publica “Rompecabezas”, dentro de sus ediciones “Viernes de poesía.”
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NTC ... Complementaciones:
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2011: Diciembre 25, cumple y celebra sus 89 años en Bogotá.
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2012: Enero 2 al 9. Viaja a Cali con su hija Ana Mercedes Vivas, estadía de recordaciones, contacto con viejos amigos y celebraciones de sus 89 años. A Cali llegó por primera vez en 1956 hasta su traslado a Bogotá en 1978 (Ver estas fechas en esta cronología). El 7 de Enero visitó la Parroquia de San Judas Tadeo en la cual había contraído matrimonio con José María Vivas Balcázar, en 1959. Él murió el 15 de Mayo de 1960. El 7 de agosto de ese mismo año nació, en Cali, su hija Ana Mercedes Vivas.
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Maruja Vieira en Cali. Enero 7, 2012.
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Maruja Vieira y Ana Mercedes Vivas en Cali. Enero 7, 2012.
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